Mide 47 metros de largo y pesa unas 27 toneladas cuando está vacío, como en la imagen. Lo que veis es eltanque externo de combustible del transbordador Endeavour, de vuelta a la tierra pocos minutos después del lanzamiento. Hemos visto una imagen parecida, de este gigante deslizándose a través de la atmósfera, en cada misión del Shuttle, pero ésta es probablemente la penúltima vez que lo hagamos. A diferencia de lo que ocurre con los cohetes aceleradores sólidos, este tanque no se reutiliza nunca y se despedaza al caer sobre el océano Pacífico. Para que os hagáis una idea de las dimensiones, cuando la compañía Lockheed Martin decidió dejar de pintarlos de blanco, se ahorraron 272 Kg de pintura. La imagen de este monstruo 'oxidado' cayendo hacia el mar es una de las cosas que muchos recordaremos para siempre de la era de los transbordadores.
visto en fogonazos
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